Basta de juzgar a las personas por sus niveles académicos o sus credos; porque el nivel académico no es lo que hace bueno o malo a un individuo; sino sus comportamientos frente a sus semejantes y sus entornos.
Es tiempo de dejar de discriminar a las personar porque no fueron a las escuelas o porque no tienen un título universitario. Un título universitario no te hace más grande ni mejor persona que los demás, solo te abre más puerta en lo laboral y lo social (según la cultura arcaica que predomina). Nadie de ser lo que es por falta de un diploma.
Al final de todo, me he dado cuenta que los títulos, los diplomas, las placas y trofeos no te hacen más grande ni mejor hombre o mujer; ya que solo nos llenan de orgullo y prejuicio contra nuestros semejantes; lo que hace que nuestra sociedad se fraccione más y más.
Si aquellos que han obtenido títulos, diplomas y trofeos los utilizaran para ayudar a los demás, este mundo sería un paraíso. Pero, sucede lo contrario, puesto que aquellos que han logrado escalar ciertas posiciones han sido quienes peor han tratado a los más humildes: lo que ha hecho que muchas personas vayan a la universidad solo en busca de un título para vengarse de alguien o para demostrarle a alguien que también él o ella tiene un título.
Nuestro sistema educativo no es el peor; ni lo será jamás; sino que los profesionales han hecho de nuestro sistema educativo una putrefacción con sus malos comportamientos y sus actitudes inadecuadas.
¿En que mente cabe que hay que darle el examen a los estudiantes para que lo estudien un mes antes del día los exámenes? ¿es que nos estamos volviendo locos? ¿Es que se nos ha ido la mente y actuamos como simple dementes? ¿Qué es lo que está pasando? ¿Es que estamos tratando de mantener el puesto y no nos importa el buen aprendizaje o la mejor capacitación de los alumnos?
Con estas actitudes bestiales, actitudes de comerciantes inmaduros, vendedores ambulantes que solo pretenden vender sin importar la calidad de lo que venden: enseñamos nuestros anillos de graduación, y muchas humillamos a hombres y mujeres que nos pueden formar moral, intelectual, social, espiritual, y éticamente; pero por desgracia de la vida, no le tocó la suelte de nacer en una familia que pudiera conseguir los recursos para comprarles diplomas y títulos universitarios.
Mientras más me profundizo en la enseñanza y el aprendizaje, más me doy cuenta de lo bruto que nos hacen ciertos educadores.
El 95% de los maestros en todo el mundo solo enseñan a sus alumnos a comer los alimentos, pero no les enseñan a preparar los alimentos. ¿Qué quiere decir eso? Nuestros maestros nos enseñar a pasar exámenes y ganar buenas calificaciones, pero nunca nos enseñaron a aprehender y a aprender; lo que ha hecho de nosotros lamedores (lambones y tumba-polvos) que no pueden aguardar o mantener sus puestos de trabajo con sus conocimientos y rendimientos, además de las buenas relaciones con los compañeros de labores; sino que tenemos que murmurar a los demás, chibatearlos, calumniarlos, susurrarles en los oídos a los jefes para que se encariñen con nosotros y así mantenernos en los puestos. ¿Qué de profesionales son estos?
Las palabras de los demás no valen. Las opiniones de los demás cortan más que navajas. La presencia de hombres democráticos nos molestan. La voz de los profesionales con criterios no causan malestares; por lo que nos disgustamos con solo percibir su presencia, porque ellos son amenazas para nosotros; ya que no estamos preparados, y hasta el soplo de una mosca nos puede tumbar. ¿A qué fue que nos fuimos a las universidades? Nuestras nalgas fueron a las universidades; nuestros cuerpos fueron a las universidades, pero nuestras mentes se quedaron divagando en las calles, en las discotecas, en los bares,... por lo que nada aprendimos.
¿Qué cosa es esa que maestros están haciendo chivos para pasar materias de sus carreras? Si no sabemos lo que hemos estudiado durante cuatro, cinco, seis, siete... años: ¿Cómo podremos enseñarlos a los demás? Supongo que solo se puede enseñar lo que se sabe. Nadie puede enseñar lo que no sabe. Entonces, en nuestro país sucede lo contrario: maestros enseñan lo que no saben, porque solo están ganando dinero.
TU DIPLOMA NO VALE NI TU TÍTULO TE HACE MÁS GRANDE QUE LOS DEMÁS:
Empéñate a estudiar para aprender y así poder entrar a la competencia. No se compiten con diplomas ni con títulos: se compite con conocimientos. Si tus diplomas y tus títulos no está acompañados de conocimientos; tú los puede echar en el zafacón; puesto que: ´´Un diploma o un título sin conocimientos; luce más en el zafacón que en cualquier lugar del mundo``. Con nuestras burradas descalificamos a los demás profesionales de nuestras áreas y hacemos que quienes no tienen idea de nada hablen mal de nuestras áreas profesionales.
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