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(The Great Red Dragon and the Woman Clothed with the Sun. William Blake)
En la Biblia hay muchas conversaciones divertidas y entretenidas. A mi en lo particular me encanta el delicioso dialogo entre Balaam y su encantadora burra. También hay conversaciones algo Bizarras como las que tenía Dios con Moisés todo el tiempo, o la conversación entre el rico y Lázaro en el Nuevo Testamento. Pero en el presente artículo abordaremos la curiosa y reveladora entrevista entre Dios y Satanás en el libro de Job.
(The Great Red Dragon and the Woman Clothed with the Sun. William Blake)
En la Biblia hay muchas conversaciones divertidas y entretenidas. A mi en lo particular me encanta el delicioso dialogo entre Balaam y su encantadora burra. También hay conversaciones algo Bizarras como las que tenía Dios con Moisés todo el tiempo, o la conversación entre el rico y Lázaro en el Nuevo Testamento. Pero en el presente artículo abordaremos la curiosa y reveladora entrevista entre Dios y Satanás en el libro de Job.
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Es un dialogo sumamente interesante ya que nos revela muchas particularidades tanto de Dios como de su oponente. Leamos textualmente como lo expresa la Biblia:
Job 1,6-12
1:6 Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.
1:7 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella.
1:8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?
1:9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?
1:10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.
1:11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.
1:12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.
Job 2,1-7
2:1 Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová.
2:2 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella.
2:3 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?
2:4 Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.
2:5 Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.
2:6 Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.
2:7 Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.
Lo primero a considerar de este extraño dialogo es que, según la Biblia fue totalmente verídico. Algunos sensatos Creyentes alegan que este dialogo es simbólico y no literal, una especie de parábola donde se ilustra una prueba de fe para con el pobre de Job. Es que ésta conversación tiene tantas cosas insólitas y contradictorias que lo más lógico es creer que no fue real. Sin embargo en ninguna parte se insinúa que no sea cierta. Si leemos con cuidado todo el libro no hay ni una referencia a que fuese una parábola o moraleja. Recordemos que Job es para los creyentes un personaje real y no un mero simbolismo de redención y fe.
Analicemos a continuación y con detalle esta asombrosa conversación entre los representantes del bien y del mal.
Job 1:6 Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.
De entrada vemos una situación muy singular. El versículo nos cuenta como al perecer estas “Reuniones” entre Dios y sus súbditos celestiales son muy frecuentes y normales. Tan es así que la reunión ocurre 2 veces (Job 2,1). Imagino que es cosa corriente hacer estas reuniones en el cielo estilo parrillada donde todos los fines de semana se reúne toda la familia, inclusive los parientes enemistados.
También vemos en este versículo como Satanás es descrito como un Hijo de Dios (por tanto hermano de Jesús); y al parecer es tratado con suma cortesía por el anfitrión. Siempre hemos pensado que Dios y Satanás son enemigos acérrimos y que no se pueden ver ni tolerar, pero extrañamente leemos en este versículo que sus reuniones no solo parecen ser frecuentes sino en un ambiente de total simpatía y complicidad.
Job 1:7 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella.
Dios le pregunta a Satanás ¿De dónde vienes?... esto es asombroso, recordemos que una de las cualidades que definen a Dios es la Omnisciencia, es decir que Dios lo sabe todo. Si Dios lo sabe todo (y de seguro sabe de donde viene Satanás) ¿A que viene esta pregunta? Esto nos vuelve a recordar a la pregunta que le hizo Dios a Adán en el Génesis luego de haber pecado ¿Dónde estas tu? (Génesis 3,9)
Job 1:8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?
Son ideas mías o esta conversación se asemeja a la que podríamos tener nosotros con algún amigo en una mesa de un bar. Llama mucho la atención la cotidianidad de cómo se dirige Dios a su opositor. Pareciese que Dios está presumiendo ante Satanás de lo bueno que resultó mister Job.
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Job 1:9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?
1:10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.
1:11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.
Y claro, Satanás no puede aceptar tanta presunción y jactancia de Dios, y le responde al reto.
Job 1:12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.
Amigo lector… ¿leyó bien? Dios acaba de darle permiso a Satanás para que perjudique a un buen hombre solo con el motivo de demostrar que tiene razón. Esto parece una mera resolución de una apuesta. Una especie de “¿Quién tiene la razón?”
¿O es que acaso Dios no sabe que Job permanecería fiel? ¿O Dios no sabe que en todo este asunto sufrirán personas inocentes como los hijos de Job, sus siervos y hasta su ganado? ¿Qué clase de Dios de amor es este?
Aquí termina la primera conversación entre Dios y Satán, lo cual es seguido de los lamentables hechos acaecidos en la familia y posesiones de Job. Luego (a manera de ver quien va ganando la apuesta) ambos vuelven a tener una conversación muy similar:
Job 2:1 Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová.
Otra reunión más de la familia celestial. Imagino que son dominicales.
Job 2:2 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella.
De nuevo la pregunta tonta por parte de Dios.
Job 2:3 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?
Esto si es interesante. Leemos que Dios le dice a Satanás: “Todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa”. Esto es verdaderamente increíble. ¡Dios está admitiendo que se deja “incitar” o intimidar por Satanás! Todos siempre hemos creído que Dios era independiente, todopoderoso y perfecto; ahora caemos en cuenta que es solo un títere de quien parece ser el que lleva las riendas en todo esto: Satanás.
Inclusive Dios admite que “Arruinó sin causa” al pobre de Job. ¿Dónde está el Dios que es infinitamente justo? ¿Qué clase de Dios es este que es capaz de arruinarle la vida a un buen hombre inclusive sabiendo que lo hace sin causa?
También este versículo nos demuestra que fue Dios y no Satanás quien daña al Job, contradiciendo lo expuesto en el versículo Job 1,12.
Amigos lectores, este versículo Job 2,3 es desde mi punto de vista el que más niega y contradice las cualidades de Dios. Creo que es el versículo más “Ateo” de toda la Biblia.
Job 2:4 Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.
2:5 Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.
2:6 Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.
2:7 Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.
¿Que clase de individuo es Dios que es capaz de dejarse influenciar por Satanás, cayendo en sus provocaciones? Ambos vuelven a intentar resolver su apuesta, y como siempre el perjudicado es el inocente Job.
No se si esta conversación es divertida o es una verdadera locura. ¿Hay algún creyente que la considere adecuada o medianamente moral? Son tantas las incoherencias aquí plasmadas que me parece imposible que entre tantas revisiones y cambios que ha sufrido la Biblia, la hayan dejado expuesta de esta manera.
Por cierto… ¿Quién fue el testigo de esta chiflada conversación? Según los pseudoestudiosos bíblicos el escritor de esta charla fue Moisés. Supongo que Moisés la escribió basado en una de las tantas conversaciones que tuvo en privado con el invisible Dios.
Siguiendo las características de la conversación escrita en Job, me los puedo imaginar conversando de forma casual, Moisés con su vino y a Dios con su néctar y ambrosía, disfrutando de su conversación como dos viejos amigos.
Es un dialogo sumamente interesante ya que nos revela muchas particularidades tanto de Dios como de su oponente. Leamos textualmente como lo expresa la Biblia:
Job 1,6-12
1:6 Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.
1:7 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella.
1:8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?
1:9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?
1:10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.
1:11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.
1:12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.
Job 2,1-7
2:1 Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová.
2:2 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella.
2:3 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?
2:4 Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.
2:5 Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.
2:6 Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.
2:7 Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.
Lo primero a considerar de este extraño dialogo es que, según la Biblia fue totalmente verídico. Algunos sensatos Creyentes alegan que este dialogo es simbólico y no literal, una especie de parábola donde se ilustra una prueba de fe para con el pobre de Job. Es que ésta conversación tiene tantas cosas insólitas y contradictorias que lo más lógico es creer que no fue real. Sin embargo en ninguna parte se insinúa que no sea cierta. Si leemos con cuidado todo el libro no hay ni una referencia a que fuese una parábola o moraleja. Recordemos que Job es para los creyentes un personaje real y no un mero simbolismo de redención y fe.
Analicemos a continuación y con detalle esta asombrosa conversación entre los representantes del bien y del mal.
Job 1:6 Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás.
De entrada vemos una situación muy singular. El versículo nos cuenta como al perecer estas “Reuniones” entre Dios y sus súbditos celestiales son muy frecuentes y normales. Tan es así que la reunión ocurre 2 veces (Job 2,1). Imagino que es cosa corriente hacer estas reuniones en el cielo estilo parrillada donde todos los fines de semana se reúne toda la familia, inclusive los parientes enemistados.
También vemos en este versículo como Satanás es descrito como un Hijo de Dios (por tanto hermano de Jesús); y al parecer es tratado con suma cortesía por el anfitrión. Siempre hemos pensado que Dios y Satanás son enemigos acérrimos y que no se pueden ver ni tolerar, pero extrañamente leemos en este versículo que sus reuniones no solo parecen ser frecuentes sino en un ambiente de total simpatía y complicidad.
Job 1:7 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella.
Dios le pregunta a Satanás ¿De dónde vienes?... esto es asombroso, recordemos que una de las cualidades que definen a Dios es la Omnisciencia, es decir que Dios lo sabe todo. Si Dios lo sabe todo (y de seguro sabe de donde viene Satanás) ¿A que viene esta pregunta? Esto nos vuelve a recordar a la pregunta que le hizo Dios a Adán en el Génesis luego de haber pecado ¿Dónde estas tu? (Génesis 3,9)
Job 1:8 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?
Son ideas mías o esta conversación se asemeja a la que podríamos tener nosotros con algún amigo en una mesa de un bar. Llama mucho la atención la cotidianidad de cómo se dirige Dios a su opositor. Pareciese que Dios está presumiendo ante Satanás de lo bueno que resultó mister Job.
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Job 1:9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde?
1:10 ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.
1:11 Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.
Y claro, Satanás no puede aceptar tanta presunción y jactancia de Dios, y le responde al reto.
Job 1:12 Dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.
Amigo lector… ¿leyó bien? Dios acaba de darle permiso a Satanás para que perjudique a un buen hombre solo con el motivo de demostrar que tiene razón. Esto parece una mera resolución de una apuesta. Una especie de “¿Quién tiene la razón?”
¿O es que acaso Dios no sabe que Job permanecería fiel? ¿O Dios no sabe que en todo este asunto sufrirán personas inocentes como los hijos de Job, sus siervos y hasta su ganado? ¿Qué clase de Dios de amor es este?
Aquí termina la primera conversación entre Dios y Satán, lo cual es seguido de los lamentables hechos acaecidos en la familia y posesiones de Job. Luego (a manera de ver quien va ganando la apuesta) ambos vuelven a tener una conversación muy similar:
Job 2:1 Aconteció que otro día vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová.
Otra reunión más de la familia celestial. Imagino que son dominicales.
Job 2:2 Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes? Respondió Satanás a Jehová, y dijo: De rodear la tierra, y de andar por ella.
De nuevo la pregunta tonta por parte de Dios.
Job 2:3 Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?
Esto si es interesante. Leemos que Dios le dice a Satanás: “Todavía retiene su integridad, aun cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa”. Esto es verdaderamente increíble. ¡Dios está admitiendo que se deja “incitar” o intimidar por Satanás! Todos siempre hemos creído que Dios era independiente, todopoderoso y perfecto; ahora caemos en cuenta que es solo un títere de quien parece ser el que lleva las riendas en todo esto: Satanás.
Inclusive Dios admite que “Arruinó sin causa” al pobre de Job. ¿Dónde está el Dios que es infinitamente justo? ¿Qué clase de Dios es este que es capaz de arruinarle la vida a un buen hombre inclusive sabiendo que lo hace sin causa?
También este versículo nos demuestra que fue Dios y no Satanás quien daña al Job, contradiciendo lo expuesto en el versículo Job 1,12.
Amigos lectores, este versículo Job 2,3 es desde mi punto de vista el que más niega y contradice las cualidades de Dios. Creo que es el versículo más “Ateo” de toda la Biblia.
Job 2:4 Respondiendo Satanás, dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida.
2:5 Pero extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.
2:6 Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.
2:7 Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.
¿Que clase de individuo es Dios que es capaz de dejarse influenciar por Satanás, cayendo en sus provocaciones? Ambos vuelven a intentar resolver su apuesta, y como siempre el perjudicado es el inocente Job.
No se si esta conversación es divertida o es una verdadera locura. ¿Hay algún creyente que la considere adecuada o medianamente moral? Son tantas las incoherencias aquí plasmadas que me parece imposible que entre tantas revisiones y cambios que ha sufrido la Biblia, la hayan dejado expuesta de esta manera.
Por cierto… ¿Quién fue el testigo de esta chiflada conversación? Según los pseudoestudiosos bíblicos el escritor de esta charla fue Moisés. Supongo que Moisés la escribió basado en una de las tantas conversaciones que tuvo en privado con el invisible Dios.
Siguiendo las características de la conversación escrita en Job, me los puedo imaginar conversando de forma casual, Moisés con su vino y a Dios con su néctar y ambrosía, disfrutando de su conversación como dos viejos amigos.
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